miércoles, 11 de enero de 2012

No es querer, es necesitar.

Quiero un chute de amor. No de uno cualquiera, si no uno pasional, peliculero, sin reglas, sin ataduras. Mi corazón después de todo, no es nada cobarde y quiere arder hasta consumirse. Quiero sentir que el corazón no pueda estar más rojo,que truene, que grite, que crezca hasta que mi pecho se le quede pequeño. Quiero una dosis de adrenalina que me de energía para destrozar y saltar cualquier problema u obstáculo que se halle en mi camino. Quiero beberme jarras y jarras llenas de sonrisas para que mis comisuras, debido a la tristeza, nunca vuelvan a hundirse hacia abajo. Quiero un colirio que haga que mis ojos no vuelvan a derrochar ni una sola lágrima, a no ser que sea por motivo de felicidad. Quiero fumarme las razones y las decepciones, las dudas y los problemas que siempre rondan en mi revoltosa cabeza y las mismas que me impiden hacer algunas locuras que luego llevan al arrepentimiento por el "que pasara después". Quiero olvidarme de mi pasado, y no pensar en el futuro. Solo quiero recorrer mi presente con pies de plomo y cuando estés junto a mi, los despegaré, cogeré impulso y volaré.

martes, 3 de enero de 2012

Para siempre.


No quiero ser parte de tu vida. No quiero pertenecer a tu pasado. No quiero ser parte de tu recuerdo, por muy bueno que fuese y estuviese repleto de bonitos momentos. No quiero, no puedo, no debo, no, nunca, jamás. Esto acabara conmigo pronto, si no lo ha hecho ya…
Quisiera pertenecer a tu presente. Quisiera acudir a ti cuando el mundo recaiga sobre mis hombros, cuando se me cortase la respiración y me ahogase en un mar de dudas. Quisiera estar junto a ti cuando por mis venas fluya la soledad y el desasosiego. Quisiera que de tus labios saliese un "Puedes contar conmigo para siempre". Pero tus “Para siempre”, siempre han sido demasiado cortos y yo demasiado ilusa.

lunes, 2 de enero de 2012

Solo quizás.


Si algún día sentiste algo por mí, quizás, pero solo quizás aún lo sientas.
Si algún día me dijiste que estarías para siempre, quizás aún lo pienses.
Puede que pienses en mí cada vez que escuchas esa canción o cada vez que ves algo relacionado con la nata. Y quizás, cuando nos volvamos a encontrar, me vuelvas a decir que solo me quieres a mí. Y quizás sea entonces cuando yo me de cuenta de la situación y deje de escribir estos textos que solo te mencionan a ti. Darme cuenta de que lo importante es actuar rápido, y no una vez que ya he dejado de creer en ti. No te dije que me doliera lo que me decías, porque verdaderamente lo que dolía era lo que no me decías.