- ¿Por qué has roto en mil pedazos el dibujo que te hice?
- Porque tu has roto en mil pedazos mi corazón.
- Que vengativo eres.
- No es venganza, es que al igual que a ti te duele que te rompa tu dichoso dibujo, a mi me dolió que me rompieses el corazón.
- Pero... no, pero, yo...
- Pero, nada. No tienes excusas. Un corazón no es algo con lo que se pueda jugar, ni pintar, ni arrugar, al igual que un estúpido trozo de papel.

No hay comentarios:
Publicar un comentario