martes, 20 de marzo de 2012

Primavera, que dolor traes contigo.

Tengo el corazón encogido en el puño. Lentamente cada lagrima derramada es un latido. Mis cuerdas vocales se enmudecerieron. Ya no les quedan fuerzas para gritar, vibran solo de pensar. que si sueltan una sola vocal más. el mundo volverá a recaer sobre ellas. Mis oídos se insonorizaron para no oír ni una sola falacia ni falsedad. Mis ojos ya no son primaveras, son inviernos húmedos y lluviosos. Mi nariz se ha hecho inmune a tu olor y mi tacto a tu calor. Mi organismo me reclama un descanso o un ultimátum. Mi pobre corazón ya desahuciado se quiere jubilar, aún quedándole mucho dolor que soportar. Me quedan muchas más primaveras sin compañía y catorces de Febrero. Me declaro totalmente inaccesible sentimentalmente, yo y mis sentimientos necesitamos unas vacaciones.

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