miércoles, 17 de noviembre de 2010

Corazones de papel.

Un corazón me recuerda a un trozo de papel. Tan frágil y con tanta facilidad para romperse en mil pedazos. Pero al igual que al papel hace falta que alguien lo rompa, lo mismo ocurre con el corazón. El corazón no se rompe solo, hace falta a alguien para destruirlo. En lo único en lo que se diferencian; es que el corazón esta lleno de vida, de sentimientos. En cambio el papel está, muerto y frió.

- ¿Por qué has roto en mil pedazos el dibujo que te hice?
- Porque tu has roto en mil pedazos mi corazón.
- Que vengativo eres.
- No es venganza, es que al igual que a ti te duele que te rompa tu dichoso dibujo, a mi me dolió que me rompieses el corazón.
- Pero... no, pero, yo...
- Pero, nada. No tienes excusas. Un corazón no es algo con lo que se pueda jugar, ni pintar, ni arrugar, al igual que un estúpido trozo de papel.



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