viernes, 14 de enero de 2011

Princesa.

- Buenos días…princesa.
- ¿Que?
- Que buenos días princesa.
- ¿Te estás refiriendo a mí?
- Si, a ti, mi princesa.
- No lo repitas más…
- ¿Por qué?
- ¿Acaso, te tengo que decir el porque? Ayer viniste a mi casa sin avisar, tocaste a mi puerta y ni siquiera me distes explicaciones. Deje que me besaras, porque no tenía fuerzas en ese momento para decirte adiós y pararte los pies, pero no dije que te perdonase. Tendrías que agradecer que estoy intentando olvidar lo que hiciste, y no tenerte rencor…
- Pero… si no hice nada.
- Hiciste demasiado.
- … ¿Qué exactamente?
- Romperme el corazón.
- Pero...mi princesa.
- Seré una princesa, pero... ya no seré la tuya.

No hay comentarios: