jueves, 18 de noviembre de 2010

He.

Una tarde fría y aburrida de invierno, alguien toco a su puerta.
- ¿Sí? ¿Quién es?
- Abre.
- ¿Quién eres?
- Abre.
- Si no me dices quien eres, no te voy a abrir.
- Soy yo…
Ella abre la puerta, le ve, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Él estaba allí, enfrente suya, después de tanto tiempo. Él no se lo pensó dos veces, y sin decir nada la beso. Ella se quedo inmóvil, no se lo podía creer, él había vuelto, y justo cuando ella ya le había olvidado. Cuando ella volvió en sí, le vino un revuelo de palabras y lo soltó todo de una vez, pero aun con lagrimas en sus ojos.
- Después de tanto tiempo, volviste. Joder ¿Por qué has tenido que volver?
Ahora tengo mi cabeza llena de dudas, de miedos, de inquietudes, de sentimientos…
Me costo tanto olvidarte, y convencer a mi corazón de que ya no volverías, de que ya no te quería…No puedo asimilar esto. Es que no te quiero querer ¿Vale? No quiero volver a pasar por lo mismo. Te odio. Odio quererte tanto. Odio que seas tan difícil de olvidar. Odio que para mi seas la perfección en persona. Odio tu risa. Odio que seas el único que sabe sacarme una sonrisa cuando estoy mal. Odio tu forma de caminar. Odio tus tonterías. Odio tu olor. Odio tu pelo. Odio que seas tan especial. Odio que seas tan increíble. Pero sobre todo odio no odiar todo esto.

1 comentario:

K. Crazy Cullen dijo...

Ohhh! Dios!
Me encanta, me encanta, me encanta...!
Tenéis talento para escribir!
Adoro este poema, por ahora de los que leí es mi favorito, ya me he leído casi todos los que tenéis!
Me encantan todos!
Ya te sigo! :)