sábado, 5 de enero de 2013

Insomnios V


He vuelto a abrir del todo las persianas, para que tu sombra salga de mi cama. El olor que residía en tu cuello ahora se ha mudado a mis cortinas. El polvo de la suela de tus tenis ha quedado preso en el suelo de mi habitación. Has robado los recuerdos que habitaban en ella, ahora solo me queda tu esencia.
¿Y de que me sirve tu presencia? Yo te quiero en cuerpo y alma en cada esquina de mi vida. En un callejón sin salida entre mis sabanas. Navega entre mis camas, en mi almohada aún suenan tus susurros de madrugada.
Mis paredes han visto más amor que cualquier banco de la ciudad, más pasión que cualquier reencuentro en una estación. En mis espejos quedo reflejado aquel paraíso tan tuyo que yo hago llamar, otros lo pronuncian cuerpo. Cada rayo de luz entrante en mis ventanas era un destello en tu mirada y la provocación de un vuelco  en mi ventrículo izquierdo. Desde tu espalda el mundo era menos complicado, desde allí arriba escribí buenos sonetos y melodías de las que solo tu cuello se acuerda. Y que más da 4 paredes, 4 vidas, 4 meses, 4 segundos o estaciones, todo aquello se quedo allí y no es como el ave fénix  no renace. Fue fuego, solo eso, siempre termina apagándose y ahora solo son cenizas junto a mis cigarros en mi cenicero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Impactante forma de expresarse, admirable y envidiable :)